Te encontré en aquel lugar, era
la fiesta que se había organizado para dar inicio a la primavera. Las coloridas
vestimentas, la música del ambiente y lo bullicioso del mismo hacía difícil
poder acercarme, discernir palabras exactas. Era complicado en estos días,
donde los círculos se repliegan y amplían, por lo que solo estaba expectante
esperando que te voltearas.
Bahn me había dejado a mi suerte,
con un golpecito en el hombro y un empujón me alentó a ir en tu búsqueda, pero
el valor parecía abandonarme con cada paso que daba. ¿Qué iba a decirte? No nos
conocíamos, solo estábamos ahí y lo único en común que teníamos era estar en el
mismo lugar y al mismo tiempo, en el tiempo de caza. Sé muy bien que para quien quiera que sea, un
extraño, que escuche esa palabra inmediatamente pensará en un predador en
búsqueda de su presa. Pero, aunque lo anterior puede ser un poco –ínfimamente-
similar, no trataba de aquello.
Los cuerpos que se movían
alrededor, los extraños aromas mezclados, los movimientos que comenzaban a
tomar ritmo, indicaban que nuevamente había comenzado una de las danzas que
caracterizaban a la especie predominante. Y tampoco era extraño, que todo los
otros de de esencia en su sangre, continuaran los movimientos y los replicaran
con sus propios estilos. Era la hora de conocimiento bajo el lado instintivo,
dejarse llevar por las pulsiones energéticas del ambiente y solo vivir.
En todo momento en que mis amigos
se acercaron, en que me hacían señas con chistosas expresiones para sacarme una
risa, intentaba voltear sin hacerlo muy obvio –claro que intentar pasar de
manera desapercibida mis emociones no era mi fuerte-.
Tal vez… debería haber adquirido
una de aquellas máscaras cuando tuve la oportunidad, pero no tuve mucho tiempo
para poder maquinar como conseguir una, repentinamente me vi dando vueltas sin
poder evitar gritar por la sorpresa. –Aldenor estaba ahí, jugando como lo
caracterizaba su personalidad, haciendo relucir sus esquemas rojas sin desear
ocultarlas y revelar su parte más humana en este momento. Con un guiño y una
carcajada, me dio otra vuelta más, y solo me soltó cuando golpee su pecho y me
reí en el intercambio de distracción que me había otorgado.
Si… esta temporada, siendo la
primera, habría sido más difícil de no haber contado con ellos. Si, por ahora
todo iba bien, y espero que la suerte que me caracteriza no haga que todo me
sea más complicado, porque con mis nervios –aunque intente no aparentarlo- para
el primer día me es suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario