viernes, 28 de junio de 2013

EN LA TORRE DE HIERRO: FRAGMENTO

Sentir el metal rozar mis brazos, obligar por el mismo peso mantenerlos agachados y estirados constantemente, mis músculos agarrotados por una posición que no lograba cambiar con total libertad…

La única variación que había de toda esta situación era el ir y venir de los guardias que pasaban frente a nuestras celdas, personas que caminaban con aires de un poder que no ostentan. Algunas veces, por el hecho de estar aburridos, nos sometían antes de tiempo al castigo… el castigo que caracteriza a la torre de hierro.

El cómo llegue a este lugar es un misterio, incluso para mí. Los pocos recuerdos que tengo antes de despertar, con la cabeza apoyada sobre la mugrienta roca, son tan confusos y extraños que prefiero no lograr entenderlos nunca…

Sólo logro ver a los otros cuando nos empujan al espacio central de la torre, cruel magia que nos impide retroceder y defendernos por la sangre que cargamos… cierro mis ojos y espero que todo pase… una vez más, un día más.

Los que son como nosotros, los de sangre manchada, no somos reconocidos como personas… sería ridículo tan solo pensarlo luego de los años que llevan cazándonos, persiguiéndonos, matándonos… llevándonos a sufrir y estar muertos de hambre a pesar de ser igual a ellos, ser iguales excepto en el poder variar en cuanto a la esencia que nos caracteriza. Porque nosotros… no somos iguales a ellos, pero tampoco somos tan diferentes, incluso entre nosotros no somos similares. 


Pero es aquí, en la torre de hierro… creación de la cual se jactaban ELLOS… donde nos encerraban como si fuéramos una especie de trofeo, una extraña forma de diversión para buscar seguridad que ni en sí mismos encuentran.  

  

No hay comentarios: